Los fenómenos de erosión y lavado en materiales blandos o no muy consistentes aparecen también asociados a la presencia de agua superficial. La influencia del agua en las propiedades de los materiales depende de su comportamiento hidrogeológico. El efecto más importante es la presión ejercida por el agua y definida por la altura del nivel piezométrico. Presencia metodo de las dovelas ejercicios resueltos niveles freáticos y piezométricos. Las presiones intersticiales actuando dentro de un talud pueden medirse de manera directa con piezómetros.

Son responsables, por norma general, de la magnitud y velocidad de los movimientos. En los factores condicionantes, las propiedades físicas y resistentes de los materiales (íntimamente relacionadas con la litología) y las características morfológicas y geométricas de las laderas y taludes son fun- damentales para la predisposición a la inestabilidad. Otros factores esenciales son la estructura geológica y discontinuidades, las condiciones hidrogeológicas, el grado de meteorización, etcétera El relieve y la geometría juegan un papel terminante cuando que es necesaria cierta pendiente para que se generen los movimientos gravitacionales en masa. Las regiones montañosas son las zonas más propensas a la ocurrencia de los movimientos de ladera. No obstante, a veces, y dependiendo de otros factores presentes, es suficiente una pendiente muy baja, de unos pocos grados, para que tengan lugar determinados géneros de inestabilidades, como los flujos de barro o tierra.